Dos tragedias en las carreteras mexicanas

En menos de 15 días dos tragedias han llenado de dolor a muchas familias mexicanas. Primero fue el accidente el que s evieron involucrados un trailer cargado muy por encima de sus capacidades y un autobus de la UNAM en el que viajaban un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Economía de dicha casa de estudios superiores.Esto en el estado de México, y en el norte de Veracruz, la madrugada de hoy un nuevo accidente donde una caja se desprende del resto del trailer y se impacta contra u autobús de servicio turístico, causando 30 muertes más. No son caso aislados sino la consecuencia del abuso y la explotación excesiva a que se ven sometidos los operadores de carga y sus unidades, por parte de empresarios rapaces y sin la menor consciencia de lo que hacen. 34 muertes y un buen número de heridos son el saldo de estos dos accidentes carreteros, ante los cuales las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, asumen una actitud displicente, por decir lo menos. Generalmente los primeros acusados y perseguidos son los choferes, sin embargo poco se hace por lograr que los empresarios del autotransporte de carga cumplan con la normatividad establecida. A final de cuentas, son ellos los primeros y más importantes responsables de etas tragedias, pues obligan a sus trabajadores del volante a ejercer su profesión en condiciones muy inseguras. Y como ya se vió  en los dos casos citados, no sólo se afectan los intereses de los clientes y los de  la propia empresa, al dañarse las unidades, sino que se afecta a terceros inocentes que nada tienen que ver con la corrupción de empresarios y autoridades. Más que los bienes y vehículos perdidos, lo importante y trascendente es la pérdida de vidas humanas. Los primeros tarde que temprano se pueden reponer, las segundas, las vidas humanas, son irreparables, y no hay seguro, ni compensación, ni arrepentimiento que eles devuelva la vida.  De ahí que tanto los empresarios como las autoridades debieran ser llamadas a cuentas y ser procesados penalmente. Pues tan dañina es la irresponsabilidad de los empresarios, como la de las autoridades. La indiferencia de las autoridades de la SCT es un verdadero crimen contra los mexicanos. Pero la tónica del gobierno federal respecto al transporte ha sido la misma desde hace muchos años, no es novedad que una vez más, con estos casos, se abra la cloaca en que se ha convertido la Secretaría desde hace sexenios. Pasar al lado de un trailer en este país, o circular adelante o atrás del mismo, es poner en juego a cada momento la salud y la vida de quienes conducen los demás vehículos, así como de los demás pasajeros, ya sea un automóvil particular, un autobus de turismo o un omnibus de servicio regular de autotrasnporte de pasajeros. ¿Cuándo se hará cargo de su responsabilidad la Secretaría y dejará de tolerar esos abusos de los empresarios del ramo? ¿Cuántos más mueros y heridos, así como pérdidas materiales y económicas se necesitan para que la SCT actúe conforma a la ley?