En varias ocasiones nos hemos referido al caso de Mexicana de Aviación, la empresa aeronáutica insignia del transporte aéreo mexicano. Y resulta ser que hasta el momento el gobierno federal encabezado por Felipe Calderón sigue sin mover un dedo para su rescate. Hecho que da lugar a especulaciones muy graves sobre la intenciones presidenciales de dejar abandonada a sus suerte a la línea aérea nacional. Se especula sobre la abierta parcialidad presidencial con el fin de proteger a su amigo Gastón Azcárraga, quien desfalcó a Mexicana por más de 1,200 millones de dólares, hasta el hecho de querer beneficiará a Aeroméxico, Volaris y Vivabus. Lo cierto es que, como en el caso de la lucha contra la delincuencia, el gobierno calderonista se muestra sospechosamente inflexible e intransigente. Y eso, no es nada bueno para nadie. Como ya hemos comentado en este espacio, si el gobierno hubiera salido al rescate de Mexicana de Aviación, la hubiera podido vender mucho más fácilmente a un buen postor, pero se prefirió no intervenirla, con la poco clara intención de dificultar su venta y propiciar su desaparición.
Llama ala atención que no se haya llamado a cuentas a Gastón Azcárraga, ni a funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como Juan Molinar Horcacitas que fue secreatario del ramo. Igualmente están implicados Javier Lozano, secretario de Trabajo y Previsión Social y Dionisio Pérez Jacome, también miembro de la administración calderonista.
También llama la atención sobremanera que las ofertas hechas por diversos inversionistas, nunca lleguen a su destino final y pueda la empresa recapitalizarse y reiniciar operaciones. ¿Por qué estos dineros no llegan? ¿Por qué en el último minuto se echan para atrás los posibles compradores?
Huele realmente mal el asunto, huele a corrupción, huele a favoritismo, huele a parcialidad por parte de las autoridades federales, es decir, apesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario