martes, 11 de diciembre de 2012

Candados para las dos nuevas cadenas de televisión

La licitación de dos nuevas cadenas de televisión  abierta a nivel nacional, debe ir acompañada de una serie de candados que impidan que en lugar de diversificar y ampliar la oferta para el televidente, se acabe reforzando al duopolio que actualmente acapara el meracado. Sin duda habrá muy fuertes prresiones hacia el gobierno federal con el fin de que por lo menos una de las dos nuevas cadenas quede en manos de Azteca o Televisa, pero si realmente se quiere avanzar en ampliar la oferta, no queda sino otorgar esas nuevas concesiones a nuevos actores, que no estén vinculados a cualquiera de las dos grandes empresas existentes. Pero no sólo se trata de que de entrada las concesiones no queden en manos del duopolio, sino que al paso del tiempo esas dos empresas logren apropiarse de alguna de las dos nuevas cadenas o de ambbas. Deben existir candados legales que impidan a corto, mediano y largo plazo, tal posibilidad.
Por otra parte, el Estado mexicano, quien es el que otorga las concesiones, garantice que esas dos nuevas cadenas operarán  dentro del marco legal y dentro de parámetros éticos, pero con imaginación y creatividad, de tal forma que se conviertan en verdaderas opciones para el televidente. De nada servirán dos o tres nevas cadenas nacionales, si sólo se dedican a copiar y reproducir lo que ya Televissa y Azteca hacen, que en muchos de los casos poco o nada tienen de edificante.
Sabemos que la televisión, especialmente la abierta, es la "escuela de las masas", más allá de que se tenga o no la intención de educar y socializar, (aunque creo que esa ntención existe en verdad, pero no se explicita), por tal motivo los contenidos deben ser cuidados de tal manera que transmitan lo mejor de los valores y la cultura nacional, en un ambiente de pluralidad, respeto y tolerancia. La diversión y el entretenimiento no tienen razón para estar peleados con la cultura es sus mayores y mejores expresiones. La cultura no es aburrida, si lo es la manera en que muchas veces se la presenta al auditorio, de manera rígida y acrtonada. Hay que poner a trabajar alos "creativos" para que nos presenten los contenidos de una manera que atraiga y mantenga la atención, y no caer en el prejuicio fácil de que la cultura es aburrida (para el público)y no deja ganancias (a los empresarios).
Finalmente, las nuevas cadenas deben ser medios a través de los cuales nuevos actores de la sociedad puedan expresarse. Hay, en este sentido, que pensar formas de propiedad, de organización, de producción de programas nuevos, que den voz a quienes hasta hoy no han podido expresarse en este espacio público.

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