Sistemas de seguridad en los automóviles

Uno de los problemas más evidentes en los que respecta a los coches de precio más accesible, sean compactos y subcompactos, es la falta de sistemas de seguridad para los pasajeros. Los fabricantes evitan poner estso sistemas con el fin de abaratar costos que hagan más accesible el precio del vehículo Y cuando venden versiones más equipadas, prefieren por cuestiones mercadológicas, ponerles accesorios que si bien llaman la atención del consumidor y hacen más apetecible el auto, poco o nada aportan a su seguridad. Este es un fenómeno muy común en los países "emergentes" también llamados en "vías de desarrollo" o claramente considerados subdesarrollados. En los países del primer mundo esto no sucede así pues hay legislaciones muy estrictas que las utoridades hacen cumplir a los fabricantes. Pero en nuestras naciones, o no hay legislación, o ésta se pasa por alto debido a la ineptitud de las autoridades o la corrupción de las mismas. Así resulta que el usuario traera´parentemente el mismo auto que otra persona que vive en Europa o los Estados Unidos, pero éste tiene muchos menos aditamentos y sistemas de seguridad para proteger la vida del conductor y pasajeros. Esto debe cambiar, se necesitan elaborar leyes que protejan a los cosumidores de autos y vehículos en general y se necesitan de autoridaess honestas y valientes que las hagan cumplir tanto a los productores, como a los comercializadores y a los consumidores mismos, con el fin de protejer la vida de quenes conducen automotores, sus pasajeros, así como los transeúntes o quienes manejan bicicletas o motocicletas. Las nevas leyes debieran obligar a que todo automóvil por económico que sea, trajera los sistemas de seguridad necesarios que ya han comprobado su eficacia para protejer la vida y salud. Ya los accesorios de lujo y decorativos y supérfluos quedarían a disposición de los compradores de acuerdo a sus gustos y preferencias. Pero no hay que escatimar en lo referente a la protección de la vida y la salud de los dueños de autos y de la gente de a pie. Bien se podría incentivar la incorporación de estos aditamentos de seguridad en los automotores por parte de los fabricantes, mediante mecanismos fiscales y la amplia promoción y difusión de una cultura de la seguridad en los propios fabricantes, en los comercializadores y en el público consumidor. leyes y reglamentos operativos sumados a una educación y cultura en materia de seguridad mucho podría hacer en favor de que los vbehículos que manejemos sean más seguros, lo que sumado a una buena conducción garantizarían la reducción de accidentes y especialmente de pérdida de vidas humanas o la incapacitación de muchas personas.   En muy breves palabras, menos lujos pero más seguridad para todos, manejemos o no automóviles.