Reforma a las Telecomunicaciones

Hoy al medio día se presentó el proyecto de reforma de las telecomunicaciones en voz del Srio. de Comunicaciones  y Transportes Gerardo Ruíz Esparza, ante la presencia del presidente Enrique Peña Nieto. La reforma abre la puerta  la inversión  extranjera en un 100%, y en radio al 49%, además de que abre la licitación para dos nuevas cadenas de televisión privadas de alcance nacional. Aunque no conocemos el contenido del texto integro, resalta el faltante de una cadena de televisión abierta más de carácter estatal y nada se dijo sobre cadenas locales, regionales o nacioanales de carácter social, es decir, en manos de la sociedad civil. La falta de stas últimas dos, la televisión estatal y la social, son huecos muy grandes que tarde que temprano habrá que cubrir si realmente se quiere avanzar y profundizar en una sociedad más abierta, democrática e incluyente, donde todos los miembros de la sociedad tengan una tribuna para expresarse libremente. Igualmente nada se ha dicho para desmantelar el duopolio que hoy prácticamente controla la oferta de televsión abierta gratuita y restringida de pago. No basta con tener dos cadenas privadas más, aunque su constitución es un buen paso, pero muy pequeño y limitado. Hay que separar la televisión abierta de los sistemas de televsión por cable, satelital y vía interent. No es bueno para la sociedad que una empresa o un grupo de ellas, abarque los sitemas tradicionales abiertos y los restringidos a paga que utilizan tecnologías más avanazadas como es el caso de cable, saltelite o internet.
No basta la libre competencia, hay temas y asuntos que van más allá que la competencia económica, como es el caso del derecho al libre acceso a la información por parte de la ciudadanía. Estar bien informado, en tiempo y forma, es un derecho humano no una opción de mercado. En este caso, el mercado debe operar bajo el principio del respeto al derecho humano a la información y la libertad de pensamiento y expresión, que es uno de los pilares de una sociedad democrática.
En cuanto a la creación del Instituto Federla de Comunicaciónes, como un organismo autónomo dedicado al otorgamiento, renovación o revocación de concesiones, la idea no es mala, en tanto se le otorgue todo el blindaje necesario para poder resistir las presiones de los concesionarios de los medios electrónicos y se garantice que sus altos ejecutivos no hayan sido, ni sean, ni en un futuro puedan ser ejecutivos de las empresas privadas de los medios de comunicación. Sólo así puede garantizarse en gran medida su autonomía y neutralidad y evitar su caída en la corrupción.